Versión papel
TRADUCCIÓN DE CE SANTIAGO
14×21 | 528 PÁGINAS
ISBN: 978-84-128171-5-7
P.V.P. : 24,90 €
Scott Spencer
DESPERTAR A LOS MUERTOS
Sarah Williams se fue a Minneapolis en el peor momento posible de nuestra vida juntos. Yo sabía lo suficiente sobre lo fulminantes que pueden llegar a ser las cosas como para entender que nunca debes despedirte de la persona a la que amas sin aceptar que es posible que no la vuelvas a ver.
Fielding Pierce, un joven abogado y aspirante a político, cree que si planifica su vida cuidadosamente, avanza paso a paso y trabaja dentro del sistema conseguirá algún cambio. Su pareja, Sarah Williams, es una activista convencida de que el sistema solo puede cambiarse desde fuera y que trabajar dentro de él es una traición. Cuando Sarah muere en un atentado terrorista mientras ayuda a unos exiliados políticos chilenos, Fielding queda destrozado y se vuelve a concentrar en sus ambiciones profesionales. Años después, mientras se abre camino en la oficina del fiscal del distrito de Chicago, le ofrecen presentarse como candidato y seguro ganador al Congreso, y su ambición entra en conflicto con su moral. Abrumado por el recuerdo de Sarah, se cuestiona no solo sus ideales sino también su cordura, y se derrumba tras una especie de vértigo digno de Hitchcock.
Una obra política y romántica que no acaba siendo cínica. Contada con una intensidad desgarradora, esta novela es un profundo examen del idealismo, la identidad, el amor y la pérdida.
LA PRENSA HA DICHO
Uno de mis finales favoritos de toda la literatura estadounidense.
LORRIE MOORE
SCOTT SPENCER (Washington D.C., 1945)
Scott Spencer es autor de trece novelas. Dos de ellas, Amor sin fin y Waking the dead, han sido adaptadas al cine. La primera fue nominada al National Book Award, igual que A ship made of paper.
Ha trabajado como periodista y publicado en The New York Times, The New Yorker y Harper’s Magazine; es colaborador habitual de Rolling Stone. Ha enseñado en las Universidades de Columbia y Iowa, entre otras prestigiosas instituciones. Desde hace veinte años vive en un pueblo del norte del estado de Nueva York.